En lo que va de esta semana, en la comuna de Tomé se han registrado ocho incendios forestales; todos ellos en zonas de interfaz. Y en lo que va de la temporada, la cifra es aún más preocupante: 66 incendios forestales en total. Es por ello que, los equipos de prevención de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), han reforzado el trabajo en terreno con los vecinos, ya sea a través de operativos puerta a puerta, como también en la construcción de cortafuegos.
Es así como durante estos días se ha trabajado con maquinaria pesada para realizar los despejes de vegetación, de modo de prevenir que una emergencia afecte a las viviendas e infraestructura crítica de sectores con alta ocurrencia de incendios forestales. Este trabajo no solo se está realizando en Tomé, sino también en la comuna de Penco, donde hasta la fecha se han registrado veintidós incendios, principalmente en zona de interfaz.
Este trabajo de silvicultura preventiva consistió en construir fajas libres de vegetación, donde se ha raspado y cavado el terreno hasta el suelo mineral, para crear un espacio de seguridad que evite el inicio del fuego o dificulte su rápida propagación hacia las viviendas.
El director regional de CONAF Biobío, Francisco Pozo, explicó la labor realizada en terreno, indicando que en el caso de Penco, “se construyeron más de mil metros de cortafuego en los sectores de Villa Italia, acceso a Población Ríos de Chile, Indura, Vipla y Villa Valparaíso. Y en la comuna de Tomé, trabajamos en los sectores Brisas del Edén y California, ejecutando más de 600 metros de cortafuegos, con el único objetivo de proteger a quienes viven en esas zonas”.
Junto con ello, realizó un llamado a la comunidad a cuidar este trabajo preventivo y tomar todos los resguardos necesarios para evitar conductas de riesgo que puedan derivar de un incendio forestal: “Invitamos a los vecinos a mantener estas fajas libres de basura y vegetación, ya que estas labores van directamente relacionadas a la protección de sus viviendas ante la ocurrencia de una emergencia”.
Marisol Aguayo, vecina del sector Brisas del Sol, de Punta de Parra, agradeció la labor preventiva que se ejecutó, ya que “todos los años, en el tiempo de verano cuando empiezan las altas temperaturas, nosotros estábamos con el susto de que un incendio forestal afectara nuestras viviendas. Por eso, para nosotros estos cortafuegos son una ayuda inmensa porque nos sirve para proteger nuestras casas ante cualquier emergencia”.
Tanto la comuna de Tomé como Penco forman parte del programa “Prevención de incendios forestales en zonas de interfaz”, financiado por el Gobierno Regional, cuyo objetivo es disminuir el impacto social, ambiental y económico que produce la ocurrencia de un incendio forestal en las zonas de interfaz de las 20 comunas críticas de ocurrencia de siniestros en la Región del Biobío.