En el año 2015 un conjunto de fundaciones ligadas a la familia Tompkins, presentó al Gobierno de Chile una propuesta de donaciones de 407.625 ha de terrenos privados al Fisco, con el objeto de crear una “Red de Parques Nacionales en la Patagonia Chilena”. En ese mismo año, por mandato del Ministerio de Interior, se constituyó una Mesa Técnica Intersectorial coordinada por el MMA e integrada por los ministerios del Interior, Bienes Nacionales, Subsecretaria de Turismo y CONAF, cuyo objetivo fue elaborar un programa de trabajo que apuntara a concretar el traspaso de las donaciones ofrecidas y a crear las condiciones legales necesarias para la creación de las nuevas áreas protegidas del Estado.
El mantener y fortalecer la conservación de especies como el huemul, cóndor, gato colo colo, puma, vizcacha austral, guanaco y ñandú, es uno de los acuerdos entre la Corporación Nacional Forestal y las fundaciones ligadas a la familia Tompkins en la conformación de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia Chilena, que considera la creación de tres nuevos Parques Nacionales (Pumalín, Melimoyu y Patagonia), la ampliación de tres ya existentes (Hornopirén, Corcovado e Isla Magdalena) y la recategorización y ampliación de dos reservas nacionales en Parques Nacionales (Reserva Nacional Alacalufes y Reserva Nacional Cerro Castillo). Territorios que abarcan las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, con un alto valor de biodiversidad.
Uno de los aspectos fundamentales que resaltó el Director Ejecutivo de CONAF, Aarón Cavieres, es que desde que el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet dio el vamos a la iniciativa de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia, , profesionales de CONAF están reuniéndose con sus contrapartes de las fundaciones ligadas a la familia Tompkins para contar con un plan de trabajo que asegure un buen traspaso de los nuevos terrenos que integran dicha red al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra CONAF.
En particular, esta Red de Parques de la Patagonia, considerando las unidades ya existentes, abarcará una superficie de 4.586.365 hectáreas. El total de nueva superficie para el SNASPE es de 1.356.993 hectáreas, donde 407.625 hectáreas son de aportes privados y 949.368 hectáreas de origen fiscal, lo que en porcentaje significa un crecimiento de 9,27% sobre la superficie actual, lo que logra una cifra total superficie de áreas protegidas en el SNASPE de 16.021.150 ha, equivalente al 21.2 % del país. Siendo este un gran hito ya que desde 1969 que no se daba un incremento tan grande en la asignación de áreas protegidas terrestres.
El contar con esta ampliación, y que muchos sectores sean continuos, permite asegurar la conservación de ecosistemas y de las especies de flora y fauna que se protegen y protegerán en esta red de parques. “Estimamos, por ejemplo, que en el caso del huemul, donde la mayor cantidad de ejemplares en la actualidad está en la región de Aysén, aumenta su hábitat en unas 200 mil hectáreas”, puntualizó Cavieres.
En este mismo sentido, el Gerente de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, Fernando Aizman, señaló que se busca asegurar que “se mantenga el estándar de protección en los terrenos donados, aplicando las normas y planificaciones de la Corporación, al igual que la mantención y creación de nueva infraestructura e instalaciones, donde el objetivo central es seguir resguardando el patrimonio natural y cultural, pero que permita, bajo sistemas de sustentabilidad, los espacios de uso público y la visitación”.
Además resaltó que no se puede olvidar que junto con seguir profundizando y mejorando la conservación de fauna amenazada y emblemática, especialmente junto a los investigadores de las fundaciones, esta red de parques “aportará al sistema de protección nacional una superficie de 590 mil hectáreas de bosque nativo, 85 mil hectáreas de glaciares y 74 mil hectáreas de humedales, sumándose de manera muy significativa 107 mil hectáreas del ecosistema de estepa patagónica, ambientes que a nivel global son muy amenazados”.
Conservación de ecosistemas
El conjunto de iniciativas que componen la Red de Parques constituyen un aporte fundamental para avanzar en la consolidación del SNASPE, debido a la relevancia de los 18 ecosistemas que alberga. De ellos, cinco se encuentran bajo la meta 11 AICHI sobre biodiversidad, la que propone que al menos el 17% de las zonas terrestres y de aguas continentales, especialmente aquellas de particular importancia para la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, se deben conservar por medio de sistemas de áreas protegidas. Estos ecosistemas son: Bosque caducifolio templado andino de Nothofagus pumilio y Berberis ilicifolia; Matorral caducifolio templado andino de Nothofagus antárctica; Bosque siempreverde templado andino de Nothofagus betuloides y Chusquea macrostachya; Bosque mixto templado-antiboreal andino de Nothofagus betuloides y Nothofagus pumilio y Estepa mediterránea-templada de Festuca pallescens y Mulinum spinosum.
Importancia de la Red de Parques para la Biodiversidad
Solo entre las regiones de Los Lagos y de Aysén, se ha estimado la existencia de 59 especies de vertebrados y 15 plantas nativas en categorías Rara, Vulnerable, En Peligro y En Peligro Crítico.
Las especies más relevantes, a las cuales beneficiará el aumento de territorio de conservación, son: Huillín, Guiña, Puma, Guanaco, Pudú y Huemul. Este último existente en zonas altas de Pumalín. En el Valle Chacabuco, la población de huemul, incluida la Reserva Nacional Lago Cochrane, es de unos 120 individuos, lo que representaría el 10% de la población global de la especie. Así, el incremento de área protegida para huemul sería altamente beneficioso, ya que el posible aumento poblacional depende directamente del aumento del espacio, así como también para guanacos. Este valle, de igual manera, permite conservar la estepa patagónica, un ecosistema poco escasamente representado en el SNASPE y poco protegido a nivel global.
Entre las aves, las de bosque, como el Carpintero Negro, serían las más beneficiadas con la protección de las áreas a donar ya que estas en general no son migratorias, y las especies de anfibios endémicos también son un grupo de especies que se beneficia especialmente de la protección de su hábitat, ya que son exclusivos de zonas boscosas, húmedas y poco alteradas, por ejemplo, la Ranita de Darwin.
Las especies de plantas amenazadas más emblemáticas que se encuentra en Pumalín son el Alerce, Ciprés de la Cordillera y el Ciprés de las Guaitecas. Según el Catastro de vegetación nativa, la formación de Alerce a donar (81.000 ha), cuadruplicaría la superficie actual de dicha formación protegida en SNASPE. En estas áreas hay presencia abundante de turberas con especies de Shagnum magellanicum y Shoenus antárctica, de escasa protección en SNASPE.
Grandes oportunidades para la conservación y el desarrollo sustentable
Estas iniciativas representarán también una oportunidad única a nivel global, ya que en su conjunto aseguran la conservación de una región prístina a nivel global. El poder contar con grandes superficies protegidas con una alta naturalidad permite conservar ecosistemas, los cuales entregan enormes beneficios a través de la retención de carbono, aspecto clave para la disminución del calentamiento global, protección de lagos y ríos, que proveen de agua potable a las poblaciones aledañas y muchos otros servicios ambientales. Desde el punto de vista del turismo de naturaleza, contribuirían significativamente a posicionar una ruta con un paisaje único, con alto potencial articulador y detonante del desarrollo económico local.