Ya cerrando las actividades del año 2019 del Programa de Educación Ambiental de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), recientemente el organismo concluyó el ciclo del año de Forestacuentos en la Región de Ñuble, en el cual participaron alumnos de pre kínder, kínder y primer año básico de siete establecimientos educacionales de la región.
Esta actividad forma parte del componente de educación ambiental del programa ”Prevención de incendios forestales en zonas de interfaz”, que cuenta con financiamiento del Gobierno Regional del Biobío; el programa fue concebido el año 2017 cuando Ñuble aún era provincia, y se consideraron las comunas de Chillán, Chillán Viejo, Bulnes y Quillón.
Se trata de un método educativo, único en el país, cuyo objetivo es inculcar en los niños valores y conductas positivas hacia el medio ambiente, a través de un trabajo educativo basado en la utilización de materiales didácticos y audiovisuales entregados por CONAF. El objetivo final de este trabajo es reflejar lo aprendido durante todo el año a través de la creación de un cuento, el cual es entregado, a fines de diciembre a Forestín, protagonista de estos cuentos, en ceremonias organizadas por los propios establecimientos.
El director regional de CONAF, Domingo González, indicó que para la institución es primordial comenzar con el proceso de educación ambiental en los más pequeños, “ya que son ellos los principales replicadores de nuestro mensaje de cuidado del medio ambiente y de prevención de incendios forestales. Por eso, gracias al financiamiento del Gobierno Regional durante este año pudimos implementar Forestacuentos en siete escuelas de las comunas de Chillán, Chillán Viejo, Bulnes y Quillón”.
De igual forma, el directivo precisó que los establecimientos educacionales beneficiados con esta actividad son seleccionados debido a que se encuentran ubicados en zonas de interfaz con alta ocurrencia de incendios forestales. “Es por ello que es necesario poner nuestros esfuerzos en cambiar las conductas de riesgo en estas zonas para lograr bajar el número de siniestros que se registran en estos sectores”, precisó.
Para Cecilia Yáñez, coordinadora técnica del primer ciclo educativo del Liceo Santa Cruz de Larqui, de la comuna de Bulnes, participar de esta actividad fue “muy importante porque nuestro liceo está certificado medioambientalmente, por lo que necesitábamos un programa que nos apoyara en esta labor. Los niños estuvieron muy motivados junto a sus docentes, a quienes le sirvió mucho el material que se adjuntaba, sobre todo el libro guía para las profesoras y educadoras, ya que ahí podíamos ver en detalle actividades y otras cosas para hacer durante el año”.
En el Liceo Santa Cruz, Forestin recibió los trabajos finales de los pequeños que se comprometieron a ser guardianes del medio ambiente, al igual que el símbolo institucional de CONAF.