El 10 % de los incendios forestales que afectan anualmente a Chile se debe a la quema de los residuos agrícolas, una práctica arraigada en las zonas rurales del país para eliminar desechos y evitar hospedaje de plagas y enfermedades dañinas para los cultivos.
Tal práctica provoca graves problemas en el suelo, como la pérdida de nutrientes para producir alimentos sanos, contaminación ambiental e incluso problemas de salud para las personas.
Alertados por esta situación, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), junto a la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabajarán en conjunto para impulsar un programa de transferencia de prácticas alternativas al uso del fuego en el sector silvoagropecuario, entre las regiones del Maule y Los Lagos.
La iniciativa, inserta en la Estrategia Nacional de Cambio Climático y el proyecto +Bosques, busca dar solución a una problemática de interés público. Es decir, reducir la práctica tradicional de quema de residuos en zonas rurales como urbanas, por medio de soluciones prácticas, económicas y sustentables.
Para esto un equipo de profesionales, liderados por la extensionista Fabiola Sepúlveda, se desplegará en las regiones donde mayor impacto tiene el uso del fuego, con el fin de capacitar a los agricultores y generar en ellos capacidades y competencias. Paralelamente, en comunas previamente identificadas, se entregará maquinaria de uso comunitario que permita implementar estas prácticas.
Según explicó Contanza Troppa, gerenta de Conservación de Ecosistemas Boscosos y Xerofíticos de CONAF, quien estuvo acompañada por el gerente de Protección contra Incendios Forestales de CONAF, Pablo Lobos, con este convenio se logrará dar solución a una problemática de interés público, a través de la capacitación y transferencia a los agricultores y extensionistas; disminuir la brecha existente de la restricción progresiva de las quemas agrícolas, hasta llegar a su total prohibición; proveer una vía de desarrollo y sustento que favorezca a agricultores, validando alternativas en las condiciones de campo directamente y entregar equipamiento y capacitar, tanto a productores como a profesionales del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) para a asegurar que los resultados perduren.
Por su parte María Teresa Pino, encargada de Cooperación Internacional de INIA, puntualizó que “para nosotros es muy importante este convenio, ya que va en línea con el trabajo que estamos realizando tanto a nivel nacional como internacional, de impulsar iniciativas sostenibles, amigables con el medio ambiente, y que respondan a las necesidades de los agricultores. Somos una institución con capacidades técnicas sustentables que podemos sumar a los esfuerzos de CONAF y FAO para promover buenas prácticas agrícolas”.
En tanto, Pablo Honeyman, coordinador del proyecto +Bosques CONAF-FAO, esperan que, como parte de las medidas facilitadoras de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV) que se están impulsando a través del proyecto +Bosques, “el trabajo conjunto con INIA nos permita generar un impacto real en la mejora de los conocimientos y capacidades de decenas de productores y productoras silvoagropecuarios de las regiones del Maule a Los Lagos, con foco en la aplicación de prácticas de manejo de residuos que sean alternativas viables frente al uso del fuego».
Cabe indicar que este programa surge tras el exitoso programa piloto que implementó INIA La Platina en la Región Metropolitana, gracias al Gobierno Regional Metropolitano, en el que se preparó a los agricultores ante la restricción progresiva de las quemas agrícolas que llegará a su total prohibición en el año 2026.
La implementación de esta nueva iniciativa es posible gracias a la firma de un convenio marco entre CONAF e INIA y una carta de acuerdo entre la misma institución y la FAO, lo cual posibilita la asignación de recursos internacionales para la ejecución del programa, provenientes del Fondo Verde del Clima.