No es fácil observar al cangrejo tigre. Su capacidad de mimetizarse con el terreno donde circula es tal que solo una persona con visión privilegiada o muy entrenada lo puede detectar. Se sabía de su existencia en algunos puntos de la provincia de Concepción, como el río Nonguén, laguna Pineda y el estero Cárcamo, este último ubicado al interior de la Universidad de Concepción, pero solo hace un tiempo, guardaparques de la Reserva Nacional Nonguén encontraron este crustáceo en tres esteros que atraviesan el área silvestre.
El hallazgo es de gran relevancia para conservación de la biodiversidad, ya que en los humedales del Gran Concepción se encuentran nueve especies que están clasificadas a nivel nacional dentro de la categoría en peligro de extinción. El estado de conservación de estas especies al interior de estos humedales puede ser considerado en seria amenaza, debido principalmente al grave deterioro de las cuencas de drenaje, alteraciones físicas y químicas en el medio acuático, y al efecto negativo de especies exóticas invasoras.
Del conjunto de especies de agua dulce presente en los humedales, justamente el cangrejo tigre o Aegla concepcionensis, es la que puede ser considerada especie emblemática, por su singularidad, estado crítico de conservación y por su nombre científico.
Juan Iraira, guardaparque de la reserva nacional, durante uno de sus recorridos habituales por la unidad encontró algunos ejemplares: “estábamos recorriendo el estero y vimos que tenía una característica distinta, con sus patas rayadas, más parecidas a un tigre y empezamos a buscar bibliografía sobre esta especie, que era muy poca. Lo encontramos en los esteros Rodolmo, Cumpumpuy, Lo Rojas y Nonguén”.
Debido a la categoría en la cual se encuentra esta especie, el guardaparque espera que los visitantes “no ingresen al agua y cuando los vean en estos esteros, no tomarlos ni extraerlos. Está en una categoría de peligro de extinción y, por lo tanto, para nosotros es muy importante el hallazgo de esta especie en la Reserva Nacional Nonguén”.
La encargada regional de Biodiversidad de CONAF, Ana Hinojosa, explicó que detectar esta especie en una Reserva Nacional, “específicamente en la zona central de la región, es muy relevante porque es una especie endémica de la Región del Biobío, lo cual quiere decir que a nivel mundial solo se encuentra en esta zona. Está asociada a quebradas y a ríos rodeados de vegetación, principalmente nativa, como es el caso de esta unidad”.
Debido a la escasa presencia de estos ejemplares, la profesional indicó que “ha sido muy poco estudiado, por lo tanto no es mucho lo que se sabe de ellos; solo se sabe que están asociados a cursos de agua, de corrientes tranquilas y relativamente altas también, en sedimentos arenosos. Es una especie omnívora y con un camuflaje bastante asociado al lugar donde se encuentra”.
Ahora el desafío tras el hallazgo, es comenzar un monitoreo formal más amplio sobre la especie, generando alguna alianza estratégica con el mundo académico. Y es que lo que se conoce por ahora sobre el cangrejo tigre es en base a apuntes del EULA, de la Universidad de Concepción, en que se precisa lo pequeño que es, midiendo entre 2 a 3 centímetros, el color de su dorso varía desde el verde claro hasta el pardo oscuro y sus patas presentan manchas transversales claras y oscuras, bien marcadas, que son las que dan origen a su nombre.