El monito del monte (Dromiciops gliroides) es un fósil viviente gondwánico, catalogado en su estado de conservación como especie “casi amenazada”, que tiene como límite natural de distribución en la zona sur la región de Los Lagos, a partir de registros en Futaleufú. Sin embargo, existen sospechas de su presencia en la región de Aysén.
Por tal razón, Roberto Nespolo, científico especialista de la Universidad Austral en este tipo de marsupial; Paulo Moreno, investigador residente del CIEP; y Andrea Bahamonde, jefa del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF en Aysén, comenzaron a desarrollar una iniciativa de prospección para verificar la distribución austral de la especie, debido a conversaciones y registros con guardaparques y otras personas que indicaban posibilidades de encontrar al monito del monte en la región.
Los investigadores Nespolo y Moreno forman parte del núcleo Milenio LiLi, que financia la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que tiene como uno de sus objetivos el estudio de esta especie y por tal razón consideró este año el financiamiento para esta exploración.
Al respecto, Andrea Bahamonde explica que “encontrar al monito del monte al interior de áreas protegidas de Aysén sería un gran hallazgo y contribuiría a la protección de la especie, ya que sería un objeto de conservación relevante abriendo, además, un campo para su investigación y conocimiento, el desarrollo estrategias y acciones para aumentar su viabilidad y minimizar las amenazas que pudiera tener”.
El estudio en cuestión consiste en realizar capturas, previamente autorizadas por el Servicio Agrícola y Ganadero SAG, a través de trampas tomahawk ubicadas en hábitat claves para el monito del monte en distintas áreas protegidas de Aysén, con apoyo de guardaparques de dichas unidades por un período de dos años, teniendo presente que este marsupial realiza procesos de hibernación.
Durante la semana pasada se llevó a cabo la primera actividad de esta prospección, que consistió en una serie de capacitaciones a los guardaparques de las Reservas Nacionales Coyhaique y Río Simpson, y el Parque Nacional Queulat.
En la oportunidad, la estudiante de magíster e investigadora del núcleo Lili, Isidora Camus, quien desde hace dos años estudia a la especie, presentó las principales características del monito del monte, explicó el procedimiento del muestreo con la instalación de trampas, las mediciones que se deben hacer al marsupial, y el protocolo de liberación inmediata después de su captura. Esta actividad fue desarrollada en forma teórica en conjunto con los guardaparques dentro de respectivas áreas protegidas.
“La posibilidad de encontrar ejemplares de monito del monte en la región de Aysén sería un hallazgo científico muy importante, ya que se aumentaría el área de distribución actual de la especie en varios grados de latitud y permitiría entender a futuro su comportamiento en condiciones más frías, como también, en áreas con menos problemas de fragmentación de hábitat y de efectos del cambio climático respecto a su distribución actual”, señala Paulo Moreno, del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia.