La escuela de Valle Simpson, ubicada en el sector homónimo, es una de las pocas de la región de Aysén que aún conserva ese nexo agrícola rural, teniendo una relación de cooperación con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), de varios años, y donde los niños crean un lazo muy potente con su entorno.
Esta casa de estudios ha estado en un proceso de planificación y reestructuración de su programa educativo, el que hoy tiene la misión y visión de ser un establecimiento rural autosustentable, que se preocupa del medio ambiente, pero además incorpora una innovación en lo pedagógico, que es una metodología de aprendizaje denominada “Steam”
Este último involucra ciencias, arte y matemáticas en conjunto, para que los alumnos aprendan a través de la indagación, por este motivo fue que se plantaron 80 especies del tipo nativo lo que provoca que la experiencia pedagógica sea distinta y se enfoque más en la conciencia de cada uno sobre su responsabilidad respecto al planeta.
Cabe destacar que históricamente CONAF ha apadrinado a esta comunidad educativa. Sin embargo, se había perdido un poco este nexo, pero con esta actividad se reafirmaron los lazos, por lo que a futuro habrá una estrecha cooperación que incluye convenios.
El director regional de la institución, José Andrés Bobadilla Labarca, comentó que estos acuerdos buscan formar a los niños en temas específicos sobre árboles, que serán de gran ayuda para sus padres. “Vamos a tratar de apoyarlos en el tema de invernaderos y qué especies son las mejores según las zonas y condiciones. Por ejemplo, que sepan de especies forrajeras, porque la mayoría de estos niños viven en sector rural y están asociados a ganados. La idea es apoyarlos en ese sentido y en esa mirada, instalando nuevas especies para que les sirvan el día de mañana a sus padres” señaló.
Cabe destacar que fue una visita multipropósito, que además de estrechar lazos, reforzó un tema muy importante como lo es la prevención de incendios forestales, puesto que es la localidad que lamentablemente tiene la mayor cantidad de sucesos según palabras de Juan Eduardo Barrientos, jefe de la sección de Prevención de Incendios Forestales de CONAF Región de Aysén.
“La apuesta es a formar jóvenes empoderados en prevención de incendios forestales, de prácticas correctas en el uso del fuego y que se las transmitan a sus padres, a sus hermanos mayores, entre otros. Lo importante es que estos niños tengan la prevención en su ADN, en su acción diaria, para ir disminuyendo, por ejemplo, la ocurrencia”, puntualizó.
Complementariamente, en el enfoque integral de CONAF, se aprovechó de resaltar uno de los programas de la institución, como lo es el de arborización, el que busca que como sociedad y ciudadanos nos comprometamos a plantar más árboles y qué mejor que hacerlo con los niños.
Es así como en la ocasión cada alumno apadrinó un árbol nativo, siendo en total 80 especies las que fueron plantadas en las inmediaciones de la escuela.