Teniendo presente que las personas constituyen el valor más preciado de cualquier organización, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) impulsó y desarrolló este año una capacitación destinada a preparar a los psicólogos y psicólogas de la institución para apoyar a quienes se desempeñan en el ámbito de los incendios de vegetación, actividad de gran exigencia y tensión.
El curso denominado de Factor Humano y con foco en la psicología de emergencia se impartió en dos etapas en el Centro Experimental Forestal de Tanumé, Región de O’Higgins, y en él participaron profesionales provenientes desde la Región de Coquimbo hasta la Región de Magallanes, en el marco de formación del Programa de Protección contra Incendios de CONAF, como preparación para el período de mayor ocurrencia de estos siniestros.
La capacitación estuvo a cargo de Elena Luque, psicóloga de emergencia especialista en incendios forestales de la Fundación Pau Costa de España, con el acompañamiento de Alejandra Pizarro, coordinadora del Equipo Nacional de Psicólogos de Incendios de CONAF.
Con esta actividad la Corporación consolidó la asistencia técnica entregada por la Fundación Pau Costa entre los meses de abril y julio, y cuyo objetivo fue capacitar al Equipo Nacional de Psicólogos de CONAF en materia de psicología de emergencias y en la implementación de acciones encaminadas a cuidar y potenciar el factor humano en la extinción del fuego vegetacional.
El programa de Factor Humano se basó en tres pilares: 1) Preparar y potenciar el desarrollo de habilidades dentro de los equipos de CONAF, 2) Fomentar relaciones e intercambios respetuosos para después relacionarse eficientemente en la emergencia y funcionar mejor siguiendo los procedimientos y protocolos establecidos y 3) Cuidar a las personas, integrantes de los equipos de emergencia, para acoger, acompañar y facilitar los procesos de las vivencias asociadas al combaten de los incendios.
Las y los psicólogos de emergencia tienen como misión respaldar la gestión integral de los incendios mediante el diseño de procedimientos e intervención en las situaciones críticas, como también ofrecer herramientas de preparación a nivel individual, grupal y organizacional, con el fin de abordar el antes, durante y post de la emergencia de la mejor manera posible y prevenir o atender un posible impacto psicológico o emocional, cuidando el bienestar del personal que trabaja en estos siniestros.