A través de la silvicultura preventiva o manejo de combustibles, que considera la modificación, ordenamiento o eliminación de vegetación y desechos vegetales, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) busca generar en el país una estructura que permita evitar la ocurrencia de incendios forestales en bordes de camino, y en caso de producirse estos, retardar su propagación y mitigar sus daños. Cabe destacar que el 42% de la ocurrencia de estos siniestros, se inician a orillas de caminos o carreteras.
Asimismo, con la aplicación de este sistema, el organismo apunta a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, contribuyendo de esta manera con resultados concretos al cumplimiento de los compromisos adquiridos por Chile ante la Asamblea de Naciones Unidas, en materia de cambio climático.
En este marco, CONAF dio a conocer los avances del proyecto piloto de silvicultura preventiva que comenzó a ejecutar el año 2015, con la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, en la Reserva Nacional Lago Peñuelas –con financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE)-, donde ha intervenido 3 hectáreas de superficie boscosa. Gracias a esta iniciativa aún en marcha, se ha logrado proteger 270 hectáreas de bosque nativo. Esta formación, ante un eventual siniestro, podría emitir 6.500 toneladas de carbono, lo que equivale al uso de cuatro mil vehículos durante un año.
Al respecto, el director ejecutivo de la Corporación, Aarón Cavieres, afirmó que “aproximadamente un 42% de los incendios forestales que se generan en el país, la mayor parte provocados por la acción humana, corresponden a emergencias a lo largo de las rutas de tránsito. Entonces, contar con silvicultura preventiva cerca de los caminos es una tremenda herramienta. De hecho, por cada hectárea intervenida se protegen cuarenta hectáreas”.
Añadió que el mencionado modelo de trabajo preventivo “es parte de un conjunto de medidas que estamos entregando a la comunidad, para preparar estructuras contra los incendios forestales. Esta labor también se hace extensiva a las zonas de interfaz, donde lo urbano se une con la vegetación”.
Por su parte, el académico de la Universidad de Chile, Sergio Donoso, aseveró que “las formaciones donde se están haciendo estos trabajos están presentes en buena parte de la Región de Valparaíso. O sea, lo que se está haciendo en la Reserva Nacional Lago Peñuelas es replicable en toda la zona e inclusive también es replicable para la Región Metropolitana y parte de la de la Región de O’Higgins. Esto, por el tipo de formaciones que estamos analizando, de bosque nativo”.
En tanto, el embajador de Suiza en Chile, Edgard Göring, sobre el apoyo económico brindado por COSUDE para el desarrollo de la primera parte del proyecto piloto, avaluada en 90 millones de pesos, junto con destacar que su país tiene un 30 % de bosques, por lo cual entienden y estimulan la iniciativa ejecutada por CONAF, sostuvo que “en todo el contexto del cambio climático estamos ligados a nivel multilateral, internacional, a través de la Convención de Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto. Tenemos lazos intensos porque luchamos juntos con medidas nacionales contra el cambio climático”.
A su vez, el jefe de la Unidad de Cambio Climático y Servicios Ambientales de CONAF, Angelo Sartori, calificó la faena que se ha llevado a cabo en la reserva nacional porteña, como “un hito importante en términos de mostrar algo que cualquier persona puede venir a observar, en relación con un trabajo que busca reducir la emisión de carbono, a través de la silvicultura preventiva contra incendios forestales”. Finalmente, manifestó que se iniciaron las conversaciones formales con COSUDE para ejecutar la segunda fase del proyecto piloto, que permitirá replicar el proyecto en otros sectores de la Región de Valparaíso y el país.