Por un verano más seguro, para proteger sus casas, cultivos, bosques, quintas de frutales de incendios forestales, será el uso que darán a las herramientas, las familias de las comunidades indígenas Manuel Ñanculeo y Juan Antipi de Galvarino, las que recibieron de manos de la gerenta de Protección Contra Incendios Forestales de CONAF, Aída Baldini.
La entrega de rastrillos, pulaski, bombas de espalda y rozones, estuvo precedida de dos años de capacitación, que priorizaron a los adultos mayores como los más vulnerables de la familia, en caso de producirse un incendio; definieron los sectores de mayor ocurrencia en el entorno cercano y cómo y hasta dónde pueden apoyar un primer ataque.
En la ocasión, Aída Baldini, gerenta de Protección contra Incendios Forestales de CONAF, destacó la participación de las comunidades y la prevención desde las bases, así como el convenio entre la Corporación, USAID, CRS y Cáritas Chile.
“Esta es una de las líneas más importantes que vamos a desarrollar en CONAF, porque a pesar de cuánto podamos implementarnos para el combate de los incendios propiamente tal, la línea de prevención de base desde las comunidades es lo más importante, por lo tanto, este es un trabajo que está recién comenzando y creo que nos va a marcar el camino de una política pública a futuro, que será la base de los incendios”, informó la gerenta.
Desde la comunidad, Abelino Lizama, presidente del Comité Local de Emergencia, recordó que antes apagaban el fuego con ramas. “Ahora gracias a aportes de personas que están ayudando a las comunidades tenemos estos materiales y estamos felices porque podemos trabajar contra los incendios. Este era un sueño de la comunidad y lo estamos cumpliendo con 15 personas capacitadas, pero estoy seguro que se integrarán otras más”, detalló.
El tesorero del Comité Local de Emergencia Pedro Huenchumán, comentó que tuvieron cursos intensivos para aprender a utilizar las herramientas. “Ahora estamos viendo la luz del día, mientras que antes estamos dentro de un túnel, porque tratábamos de apagar los incendios con las ramas de los árboles o con herramientas precarias, pero éstas son otra cosa, son muy valiosas, ya estamos trabajando en la limpieza y despeje de patios y huertas. La comunidad se está acercando y a medida que le demos plus a estas herramientas se acercarán más todavía porque ven que esto es bueno, muy bueno”, aclaró.
A su vez, Alfredo Mascareño, jefe del departamento de Protección contra Incendios Forestales de CONAF Araucanía enfatizó que la institución llegó al sector por iniciativa de la comunidad para integrarse a un proyecto nacional de Comunidad Modelo para desarrollar técnicas de silvicultura preventiva, es decir, la modificación de la vegetación que podría constituirse en un riesgo para la población y su entorno frente a un incendio forestal.
“Esta iniciativa implica fortalecer las casas y por lo tanto, se hicieron talleres participativos con los adultos mayores, con los jóvenes, los líderes, dándole a conocer el problema de los incendios forestales, (ellos se vieron afectados por uno y tienen la vivencia de estar expuesto a un incendio), lo que los motivó a participar en los talleres que además abordaron cómo afecta a la vivienda y qué pasa con el entorno cercano y lejano”, explicó el jefe del Deprif.
Concluyó precisando que la comunidad se comprometió y trabajó los sábado, domingo y feriados, después del horario de trabajo a preparar su comunidad, “de tal modo, que al enfrentarse a otra catástrofe, la puedan abordar adecuadamente. Es un trabajo participativo, colaborativo de mucha paciencia, de enseñar técnicas y dar a conocer los problemas de incendio”, rescató Mascareño.