El colegio Valle del Aconcagua de Quillota, desde su origen, hace 20 años atrás, brinda especial atención a la educación ambiental de niños y adolescentes. De hecho, el establecimiento actualmente promueve el aprendizaje de sus cerca de 400 estudiantes con camas de lombricultura, puntos limpios de reciclaje y un invernadero autosustentable, entre otros espacios dedicados al estudio y la conservación del entorno.
En ese contexto, la comunidad escolar se propuso un nuevo desafío: reforestar con especies nativas una hectárea (10 mil metros cuadrados) del patio institucional, donde antes predominaban los eucaliptos. Se trata de una tarea ardua que involucrará a alumnos de enseñanza básica, media, profesores y apoderados.
Para ello, el colegio suscribió un convenio de cooperación con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que a través de su programa de arborización urbana, “+ Árboles para Chile”, suministrará ejemplares autóctonos y apoyo técnico para concretar este proyecto ecoeducativo.
Al respecto, el jefe de área de CONAF Quillota, Christian Díaz, manifestó que “se entregaron 150 árboles nativos, de las especies molle, peumo, quillay y pelú”. Y añadió que, con esta intervención, la institución educacional pretende “recuperar la zona limítrofe que tiene con sus vecinos inmediatos de otros predios”.
“Uno de los compromisos que tenemos es asesorarlos técnicamente cada cierto tiempo, y vamos a ir evaluando en cada una de las etapas cómo está la plantación, y sin duda que podríamos entregar más árboles nativos en el futuro a este colegio”, complementó Díaz.
Por su parte, la coordinadora del Departamento de Ciencias y Medio Ambiente del colegio Valle del Aconcagua, Milisa Milovic, explicó que “nosotros somos una institución que tiene ya 20 años. En el año uno se plantaron eucaliptos como un cerco vivo, y crecieron lo suficiente como para hacer una poda rasante este 2018, y para acompañar el renuevo de estos eucaliptos, hemos decidido plantar árboles nativos. Por eso acudimos a CONAF, que gentilmente nos ha donado toda esta cantidad de individuos”.
Agregó que “los niños realizarán turnos durante la semana para regar los ejemplares. La idea es que ellos vean cómo estos arbolitos van creciendo y acompañando su proceso escolar”.
Finalmente, Milovic afirmó que el objetivo de esta actividad es “que se cuide este patrimonio natural de Chile, que los alumnos tengan conocimiento de que estos árboles nativos nos pertenecen, que son autóctonos, que no son extraídos de otros lugares, y crear en ellos consciencia medioambiental”.