Debido a los avances logrados en la prevención y combate de incendios forestales tras los megaincendios del año 2017, Chile es el único país no europeo que participa en el Proyecto Tecnologías Innovadoras y Soluciones Socio-Ecológicas para Territorios Resistentes al Fuego de la Unión Europea.
El proyecto, que busca mejorar la preparación de los países para la gestión del riesgo ante los incendios de magnitud, especialmente por el cambio climático, es coordinado por el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya (CTFC), que integró a Chile por la labor que viene desarrollando la Corporación Nacional Forestal (CONAF), como también la Corporación Chilena de la Madera (CORMA) y la academia, representada por el Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) de la Universidad de Chile.
Por lo mismo, como lo explicó el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, la participación nacional y especialmente de la Corporación, se centrará en “el trabajo referido a las lecciones aprendidas luego de los grandes incendios que afectaron al país en el 2017, y que impulsó el reforzamiento del sistema y la coordinación del trabajo con otros organismos públicos y privados, además de integrar tecnología para prever distintos escenarios. Tenemos, por ejemplo, el botón rojo, un procedimiento técnico mediante el cual disponemos de información para movilizar recursos a zonas de mayor probabilidad de ocurrencia y propagación, con el objetivo de aplicar el golpe único, despachando equipos aéreos y terrestres para detener el avance del fuego en su inicio”.
Los expertos de CONAF y de los otros organismos nacionales involucrados trabajarán principalmente en el tema relativo a Un enfoque integrado para los eventos extremos de incendios forestales: lecciones aprendidas y desafíos futuro.
Los otros paquetes de trabajo, como los definió el equipo coordinador, son: El evento de incendio forestal extremo, Gestión territorial adaptativa (Gestión del Paisaje); Alineación de los impulsores económicos hacia paisajes resistentes al fuego (Economía); Impulsar una gobernanza proactiva, comunidades comprometidas y una cultura de riesgo de incendios forestales en la UE (Gobernanza y Cultura de Riesgo); Tecnologías avanzadas, equipos y sistemas de apoyo a la decisión; Síntesis, innovación abierta, corretaje de asociaciones y mejora; Comunicación, Difusión y Compromiso con las Partes Interesadas; Coordinación y gestión del proyecto.
El proyecto, que partió oficialmente esta semana con una reunión presencial y en línea para explicar las metodologías de trabajo, tiene una inversión de 21,5 millones de euros, una duración de 48 meses, y participan 11 países de Europa continental e insular y Chile, con un total de 35 organizaciones. La meta es dotar a la Unión Europea de la capacidad de evitar el colapso frente al cambio extremo de regímenes de incendios, mediante la identificación, el desarrollo y el despliegue de medios innovadores que promuevan la integración de paisajes y comunidades, nuevas aplicaciones tecnológicas y enfoques operativos, adaptándose a los nuevos retos.