En las últimas décadas la complejidad de los problemas vinculados a los incendios forestales y las dificultades con las que se enfrenta el Estado para dar soluciones eficientes y efectivas ha impulsado un giro hacia políticas de participación que buscan generar mayor apoyo de la sociedad, recuperar la legitimidad de las instituciones encargadas del rol formal y enfocar con mayor precisión los esfuerzos realizados en materia de prevención. De esta forma, es sumamente relevante avanzar hacia la integración social de la prevención de incendios forestales, empoderando los espacios comunitarios como agente de la gestión de riesgos. El compromiso institucional se amplía hacia la responsabilidad social comunitaria, el rol de la academia y de un giro hacia el trabajo social de prevención de los incendios forestales.
CONAF, apunta hacia la inclusión y acercamiento comunitario, la entrega de información relevante y transparente, además de educar a la población respecto al problema que se enfrenta. Esta postura, permite la apertura a la investigación social desde la institución, la caracterización comunitaria y la vinculación institución-ciudadanía, con miras al trabajo en la reducción de la ocurrencia negligente o accidental y el trabajo para un cambio cultural de prevención y concientización de la prevención, en este caso, de los incendios forestales, considerando el saber comunitario como un espacio fundamental en el trabajo y diseño de trabajos en torno esta temática.