Un total de 18.078 ejemplares de flamencos y la alta presencia de flamencos juveniles arrojó el censo estival anual de esta especie en los salares altoandinos de la Reserva Nacional Los Flamencos, Región de Antofagasta, que realiza la Corporación Nacional Forestal (CONAF), a través del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas regional y que en esta oportunidad contó con el apoyo de la Fundación Symbiotica.
El censo estival de flamencos altoandinos es programado anualmente por la Secretaría Técnica del Plan Nacional de Conservación de Flamencos de CONAF y es ejecutado por los equipos técnicos regionales de la institución de forma simultánea en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama.
En cuanto al estudio realizado en Antofagasta, la directora regional de CONAF, Anita Huichiman Martin, destacó que “este año 2024, se cubrieron 15 áreas entre lagunas, salares y humedales de importancia para la presencia de las tres especies de flamencos que son el flamenco andino (Phoenicoparrus andinus), de James (Phoenicoparrus jamesi) y chileno (Phoenicopterus chilensis), definidas como áreas de descanso, alimentación y reproducción”.
Durante este censo, se recorrieron aproximadamente 1.100 km dentro de la Reserva Nacional Los Flamencos y sus áreas circundantes , contabilizando 18.078 ejemplares en toda su extensión, donde más del 50 % de los flamencos censados se concentran el Salar de Pujsa, con 7.573, y Salar de Tara, con 5.392, resaltando que ambos salares son sitios RAMSAR prioritarios para protección de aves interhemisféricas, lo que refuerza la conservación de estos sectores de gran importancia para las especies como sitios de alimentación y reproducción.
Cabe destacar que en esta temporada, se contó con el sustancial apoyo de la Fundación Symbiotica, dedicada a la restauración y conservación ecológica, lo que contribuye significativamente a la conservación de los acuíferos altoandinos. Uno de los aspectos que más resaltó Dominique Durand, directora de proyectos de conservación de Symbiótica, fue que “los flamencos utilizan diferentes tipos de humedales andinos para alimentarse, descansar y reproducirse, por lo que este censo permite identificar y comprender qué lagunas son más relevantes actualmente y cuáles han revelado cambios significativos en la cuenca de Atacama. También es importante destacar el interés y participación de las comunidades Lickan Antay de Toconao y Talabre en esta actividad y su vínculo con la naturaleza”.
Para Alejandra Castro Espíndola, guardaparques de la reserva, el “monitorear y censar estas áreas es valioso para determinar la dinámica poblacional en los sitios y la abundancia de las especies según sus lugares prioritarios, así como identificar posibles amenazas tanto antrópicas como naturales que puedan afectarlas”.
El censo 2024 refleja lo preciado que son los espejos lacustres de la cuenca del Salar de Atacama y las lagunas altoandinas, puesto que se identificó una mayor cantidad de flamencos juveniles de James y andinos. Esto sugiere que las lagunas son una fuente importante de alimentación para la supervivencia de los juveniles y de los padres nidificantes, debido a que se observó que el comportamiento predominante fue la actividad trófica, subrayando la importancia de estos hábitats para la conservación de estas especies.
En conclusión, según los participantes en el censo, entregó datos valiosos para comprender la dinámica poblacional y la importancia de los hábitats lacustres en la región. La identificación de una mayor presencia de flamencos juveniles y el predominio de comportamientos alimenticios, acentúan la necesidad de conservar estos ecosistemas para garantizar la supervivencia de estas especies emblemáticas.