Como un plan de manejo construido participativamente y que permite mejorar y acrecentar las medidas de protección de la biodiversidad y especialmente de su especie emblemática, el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), calificaron las autoridades este documento de gestión del Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo.
Además, resaltaron que con esta labor encabezada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), se salda una deuda con la comunidad, representada especialmente por la Comunidad Humedal, plasmándose en este plan de manejo la protección nacional e internacional de este importante humedal, ya que este Santuario de la Naturaleza es también sitio Ramsar (convención internacional de los humedales).
Uno de los aspectos que más se destacó, junto con la alta participación de la comunidad, mundo académico y servicios públicos, como el Ministerio del Medio Ambiente y el Consejo de Monumentos Nacionales, es que este documento rector de esta área protegida complementa todas las medidas de mitigación implementadas desde el año 2004, cuando el humedal fue gravemente contaminado y produjo la muerte y migración de aves, especialmente cisne de cuello negro y taguas.
Como antecedente, se explicó que el número de cisnes más bajo se registró en agosto del 2005, con 249 ejemplares censados, y que tras el trabajo realizado por diferentes estamentos y la sociedad civil valdiviana, más la labor de CONAF, que administra y gestiona esta área protegida, lo censos de enero a junio de este año, arrojan un promedio de sobre 14 mil ejemplares.
El intendente de la Región de Los Ríos, César Asenjo, quien encabezó esta ceremonia, calificó este lanzamiento como un hito relevante para la protección de las áreas protegidas de la región, asegurando que «nos sentimos orgullosos de presentar este plan de manejo que fue elaborado de manera participativa y con un profundo compromiso por la conservación de un lugar tan maravilloso como lo es este santuario de la naturaleza. En el Gobierno del presidente Sebastián Piñera, sabemos que sólo trabajando en equipo podremos brindar un mejor planeta para nuestras generaciones futuras, y hoy estamos dando un paso con este anuncio, más aún si este espacio es reconocido como un sitio Ramsar, lo que nos alienta aún más a seguir cuidando nuestro entorno».
En este mismo sentido, la representante para América de la Convención Ramsar, María Rivera, señaló que “lo realizado en Valdivia en torno a este humedal y santuario de la naturaleza es un ejemplo mundial, porque se logra tener un plan de manejo con la participación de todos los actores, pero especialmente de la comunidad, y donde ya podemos ver, por ejemplo, la gran recuperación de la población de cisnes”.
Así también lo destacó el gerente de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, Richard Torres, quien junto con resaltar especialmente la labor de Mario Maturana, administrador, y los guardaparque del santuario, manifestó que “nos propusimos de hace algunos años el trabajar con el sistema de estándares abiertos, que nos obliga a una real participación en la elaboración de los planes de manejo, y hoy estamos viendo el resultado de ello. Conjuntamente, como CONAF hemos continuado con nuestra labor y podemos señalar que la población de cisnes se ha recuperado, con un promedio mensual de 14 mil ejemplares y con meses, como enero pasado, donde se ha llegado a monitorear sobre 16 mil cisnes”.
La seremi de Agricultura, Moira Henzi, destacó la entrega y elaboración del plan, ya que “este hito demuestra la importancia del trabajo con la comunidad y el compromiso de CONAF y el Ministerio de Agricultura con la protección del medio ambiente y las áreas protegidas del país. Este documento rector que ha contado con la participación de la ciudadanía, ministerios y academia, nos servirá para seguir protegiendo nuestro patrimonio natural”.
Finalmente, el secretario regional de Medio Ambiente, Daniel del Campo, explicó que “uno de los elementos más importantes a destacar en este plan son los objetos de conservación que se describen en este documento y que son logrados en consenso con todos los actores, donde resaltan elementos tanto del patrimonio natural como el cultural, es decir, la protección de especies como el cisne de cuello negro y el huillín, como también sitios arqueológicos o de la cultura del sector que deben ser respetados y resguardados”.