Tres comunidades preparadas y certificadas contra incendios forestales en la región es el logro de CONAF y su unidad de Prevención de Incendios Forestales, al completar el último taller del año con la Asociación Azapa Ruka Mapu –la que trabaja bajo el concepto de gallinas felices y granja ecológica–, del sector Quebrada del Diablo del valle azapeño. La jornada tuvo lugar en las instalaciones de la 7.ª Compañía de Bomberos, la que prestó su colaboración para llevar a buen fin los objetivos de la iniciativa, que apuntan a implementar planes comunitarios preventivos frente a este tipo de siniestros.
A la comunidad Azapa Ruka Mapu le antecedieron en el trabajo participativo las comunidades Los del Quince, del valle de Lluta, y Alto Nina («alto al fuego» en aymara), de Putre, las que hicieron su propio diagnóstico frente a problemas factibles de generar emergencias. La serie de talleres incluyeron los temas: casa fortalecida contra incendios forestales, ejercicio de mapeo, espacios de protección y acciones comunitarias de manejo de combustibles y preparación para emergencias y acciones de la comunidad.
Héctor Peñaranda, director de CONAF Arica y Parinacota, inició sus palabras ante las familias de Azapa Ruka Mapu, indicando que “ojalá nada de lo aprendido tenga que aplicarse”, y resaltó la importancia de la prevención y la planificación en caso de ocurrir este tipo de emergencias.
Productos
Entre los resultados concretos de la iniciativa, cada comunidad tendrá cartografiado su sector, un plan comunitario frente a incendios forestales, el que se entregará al alcalde comunal respectivo para su incorporación a los planes de emergencia edilicios, además de un plano individual por vivienda con datos claves como teléfonos de emergencia de Bomberos, las policías, los puntos de seguridad de la vivienda y el predio, todo con el fin de actuar acertadamente en caso de algún evento o siniestro.
Mabel López, presidenta de la Asociación Ruka Mapu, destacó el espacio que “permitió la participación familiar y la asistencia activa de los hijos en cada taller realizado”.
Natalia Urrutia, profesional de apoyo de la Unidad de Prevención de Incendios indicó por su parte que “con este trabajo, que utiliza una metodología implementada a nivel nacional por CONAF, estamos apoyando un cambio de mentalidad tanto personal como grupal, lo que en este caso potencia tremendamente el enfrentar emergencias que puedan afectar a una comunidad rural”.
De hecho los talleres de CONAF permitieron indagar en otras situaciones factibles de generar emergencias, como los efectos que causan la falta de algunos accesos viales, los focos de escombros y basura, además del peligro de incendios forestales.
Con Bomberos
La última jornada del año con Azapa Ruka Mapu, contó hasta con una clase express sobre uso de extintores y espacios de autoprotección, que dictó el teniente primero de la 7.ª Compañía de Bomberos, Carlos Cortés Marín. Voluntario desde los 17 años, comentó que su primera experiencia en materia de incendios fue precisamente con uno de tipo forestal en el valle de Lluta, que se extendió desde antes del mediodía y hasta la medianoche. “Ahora los incendios forestales han bajado drásticamente gracias al trabajo que ha hecho CONAF y la legislación lograda el último tiempo”, opina.
Cortés aprovechó de extender la invitación a la inscripción de nuevos voluntarios, ya que hoy en día Bomberos es multifuncional atendiendo diversas emergencias.
Sobre Azapa Ruka Mapu, tanto Cortés como Natalia Urrutia destacaron el ímpetu y la calidad de la participación en los talleres para convertirse en una comunidad preparada frente a los incendios forestales, objetivo que también ahora tienen claro Los del Quince, de Lluta, y Alto Nina, de Putre.